Las ciudades cargan con una dependencia del exterior cada vez mayor para alimentarse y abastecerse, para vestirse, para calentarse, refrigerarse o para llevarse los residuos… Le pese a quien le pese, tenemos una dependencia desmedida y cada vez mayor del petróleo, la fuente de alimentación de todo ese variopinto mapa de recursos, transportes y distribución que gira en torno a los grandes núcleos urbanos de todo el mundo. Imaginemos por un momento que, de buenas a primeras, el petróleo se acaba… ¿qué pasaría? El concepto de resiliencia está muy aparejado al movimiento de las Transition Towns y viene a ser la capacidad de un sistema para responder a los cambios, saliendo fortalecido y sin perder su propia estructura. Está claro que el sistema en el que vivimos no está ni mucho menos preparado para que le digan que a partir de mañana no hay petróleo, pero… ¿y si pasase? Tal vez lo fácil es pensar que queda cuerda para rato, pero lo cierto es que puede pasar y, de hecho, ya ha pasado. Cuba, uno de los principales aliados comunistas del bloque soviético en la guerra fría, pasó de tener toneladas de crudo en sus reservas, decenas de miles de tractores y un programa de desarrollo agrointensivo a gran escala a ver como se reducían drásticamente todos sus suministros de oro negro y, como quién dice, de la noche a la mañana… una vez que la antigua URSS se hizo añicos. La solución al problema tuvo un nombre y apellido: Permacultura Urbana. Y para los escépticos dejamos el siguiente documental, no ya para tomarlo como una referencia, sino para tener en cuenta una cosa: por circunstancias geopolíticas, Cuba fue la primera… pero a los demás también nos puede pasar en cualquier momento. ¿Nos ponemos a pensar a escala local cuanto antes?
The Power of Community. How Cuba Survived Peak Oil (sub español) from El Tránsito Necesario on Vimeo.
Despúes de visionar el documental, a uno le vienen a la cabeza un millón de palabras cuya aplicación se hace más necesaria que nunca en para transformar nuestra sociedad de consumo en una sociedad de lo local, la cooperación, la solidaridad, el cuidado del medio ambiente, la humanización de la economía, el valor del colectivo, de la comunidad en definitiva, la amistad y el amor al prójimo. La historia, la ciencia, el conocimiento al fin y al cabo, combinado con la acción es la base de la verdadera revolución si ambas facetas son aplicadas por el colectivo y para el colectivo. «El poder de la comunidad» es la respuesta cubana a un problema global. Muchos de nosotros nos levantamos día a día, en las plazas, los barrios, las asociaciones y demás colectivos para articular este tipo de respuesta. Nuestro blog va en esa dirección. ¡Muchas gracias!