Seguramente más de uno se habrá quedado helado con la factura de la electricidad en los meses invernales de enero y febrero. Lo de helado, evidentemente, que es una ironía, porque precisamente el uso de la calefacción o de estufas son las causantes de que estos meses sean los más caros del año. No sé si servirá de consuelo, pero si alguien lee esto y se siente identificado, debe saber que no es el único. Según un estudio elaborado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) sobre ‘Pobreza energética en España’, un 12% de los hogares españoles gastan más del 10% de su sueldo en energía, algo que por si fuera poco afecta principalmente a jubilados, desempleados y personas sin ingresos. El que, encima, el Gobierno haya anunciado ya una inminente subida de la factura eléctrica de un 5 a un 7 por ciento para el mes de abril y que las primas a las empresas de energías renovables hayan desaparecido del mapa, no es que anuncien tiempos mejores. ¿Razones para este desaguisado? Hay dos factores intrínsecamente ligados a la recesión actual: en España las facturas de electricidad han subido un 60% desde 2009 mientras que las rentas familiares disminuyen por el aumento del paro y la disminución de salarios. La poca eficiencia energética de los edificios completa el triángulo.
1) La pobreza energética es la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas, como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud (18 a 20º C en invierno y 25º C en verano)
2) La pobreza energética está directamente ligada al hecho de que las tasas de mortalidad, sobre todo entre personas de edad avanzada, son más altas en invierno que en verano debido al impacto sobre la salud por habitar una vivienda con temperaturas inadecuadas por debajo de 20 C, como recomienda la Organización Mundial de la Salud.
3) Las Comunidades Autónomas del interior y norte peninsular (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Navarra o Aragón) son las que presentan tasas más elevadas de pobreza energética, atendiendo a la Encuesta de Presupuestos Familiares y según el indicador de gasto en energía e ingreso anual de hogar.
4) Paradójico resulta que, según la Encuesta de Condiciones de Vida, las regiones más afectadas son, por este orden, Canarias, Murcia, Galicia, Andalucía, Extremadura e Islas Baleares. Son comunidades con clima templado y generalmente bueno, pero cuyas viviendas no están en absoluto preparadas para el frío y están mal aisladas, lo cuál multiplica el efecto de frío en los meses invernales.
Más información sobre el estudio
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