El mayor desafío de la historia de la humanidad Nuestra Filosofía / Reflexiones

PetróleoAllá por 1859, hace exactamente 150 años, se encontró por primera vez petróleo en el subsuelo. Este líquido negruzco se ha convertido en el principal motor de desarrollo de occidente. Las economías se han expandido a ritmos nunca antes vistos gracias al petróleo. Pero dicha expansión está al borde del precipicio: por primera vez en la historia nos encontramos en un callejón con una salida demasiado estrecha para tanta gente. Despertar de este sueño va a ser la peor pesadilla y el mayor desafío de los últimos milenios.

Con apenas 10 minutos de trabajo (a 6 euros la hora), una persona puede comprar un litro de petróleo/gasolina, y con ese litro de petróleo podría caminar un coche unos cuantos kilómetros. Si tuviéramos que empujarlo nosotros tardaríamos probablemente varios días… Es decir, gracias a un regalo de la naturaleza que nos encontramos en el subsuelo, el potencial energético a nuestro alcance se multiplicó increiblemente y con ello, nuestras economías y la población mundial. Como dato clarificador diré que la producción mundial de petróleo se ha multiplicado por seis en 150 años, y «casualmante»… la población mundial también se ha multiplicado pr seis.

Todo el desarrollo acaecido, todo el sistema económico mundial se basa en la extracción y uso barato e indiscriminado de esta fuente de energía. Los procesos, las industrias, los transportes, el comercio mundial… Todo depende del petróleo. Pero estamos en un momento decisivo y que afectará nuestra forma de vivir en los próximos años y en las próximas décadas: Hemos llegado al cenit del petróleo, es decir, al punto donde por mucho que gastemos y busquemos petróleo no vamos a conseguir producir una gota más del preciado líquido. Actualmente se consumen tres barriles de petróleo por cada uno que se encuentra. Hoy en día estamos viviendo de las reservas de petróleo y de los yacimientos que se encontraron hace 30 ó 40 años… Los nuevos yacimientos encontrados y anunciados muchas veces por países como Arabia Saudí o Venezuela se corresponden más con intereses comerciales relacionadas con las «cuotas» de venta establecidas por la OPEP a los países productores según sus reservas estimadas, que a la realidad. Al ritmo actual (y la demanda sigue creciendo) queda poco petróleo.

Las energías renovables son una alternativa a medias. Servirán para las bombillas de casa, el ordenador o el móvil pero aún no suponen ninguna solución para los transportes, viajar en avión o para el comercio internacional… El hidrógeno tampoco es una alternativa ni barata ni segura. No quisiera ver las pruebas de choque de dos coches funcionando con dos bombas de hidrógeno… Y el biocombustible tampoco, pues en primer lugar pone en peligro la seguridad alimentaria de muhas zonas del planeta, y en segundo lugar porque tendríamos que plantar el planeta entero para satisfacer la enorme demanda de combustible tal y como tenemos el modelo establecido, tal y como funcionan nuestras economías desarrolladas.

De esta encrucijada en que estamos metidos va ser muy duro salir. Nos vamos a atragantar con el cambio. Empezaremos con subidas del petróleo, crisis cada vez más severas y constantes, déficits enormes en muchos estados, tensiones sociales, caerán las bolsas y los mercados financieros basados en el «crecimiento económico gracias al petróleo». Los abastecimientos serán complicados y caros, habrán menos productos de fuera, no podremos viajar como lo hacíamos hasta ahora y aproximadamente la mitad de la población mundial se verá en serias dificultades para sobrevivir. El cambio será muy duro, probablemente el mayor desafío al que nos hayamos enfrentado. Volveremos a una economía local, al intercambio de productos locales y elaborados en la zona, diremos adiós a la «ensalada tropical» con 5.000 kilómetros de transporte a sus espaldas… a los productos de China o Brasil… Con tecnologías y energías alternativas trataremos de no perder comodidades pero aún así debemos estar preparados para un cambio en la forma de pensar, en la forma de relacionarnos… en la forma de desarrollarnos… Deberemos dejar de lado tanta competición y abogar más por la cooperación, y eso va a ser duro para una sociedad poco acostumbrada a estos menesteres.

Sin querer crear ningún alarmismo, sólo he puesto de relieve un enorme problema del que ni siquiera los políticos se atraven a hablar por no perder sus intereses electorales. Estamos en un 4×4 atrapados en un callejón sin salida y con el depósito de gasolina vacío… Y salir empujando va ser duro. Esperemos que poco a poco la gente vaya tomando conciencia del problema y preparándose física, laboral y emocionalmente para el cambio.


Opiniones

  1. Muy cierto, estamos agotando las ultimas reservas de petroleo, y tenemos q desde yá buscar nuevas fuentes de energía (o cambiar nuestro modelo de consumismo salvaje).

  2. Teleborian Says: febrero 22, 2010 at 11:57 am

    de todas formas si algunos gobiernos coopéraran realmente con la O.I.E.A el petróleo pasaría a un segundo plano y las energías renovables tendrían más fuerza,…la energia del futuro es la energia atómica,cuanto antes se den cuenta los gobiernos antes podrán invertir en seguridad y desarrollo de las centrales nucleares, todo esto podría ser la verdadera revolución energética

  3. No creo que la energía atómica sea la llave de ningún futuro sostenible… Pone en elevado riesgo la salud de las personas y los ecosistemas ante cualquier «error humano posible» (cosa muy probable), y además, el uranio tienes los días contados como el petróleo, es un mineral muy escaso que no daría para abastacer de energía más allá de un par de generaciones… Además del enorme coste de hacer una central nuclear..
    La energía del FUTURO es la ENERGÍA GEOTÉRMICA, que aprovecha el calor de la tierra… renovable e infinita!

  4. también es muy peligroso con la actual situación mundial y el elevado riesgo de ataques terroristas… añadir más riesgos en países que están en el punto de mira (occidente) es un poco jugarse el futuro… por unas décadas de energía peligrosa y cara (producir un kilovatio nuclear es relativamente barato pero… ¿cuanto cuesta gestionar unos residuos durante 3.000 años o más? ¿cuanto cuesta el daño irreparable al medio y a la humanidad en caso de que algo vaya mal? Esos costes son incalculables… mayores que cualquier beneficio transitorio.

  5. Pues el problema es para ustedes, porque yo puedo cambiar mi auto por una bicicleta y en 10 o 15 minutos llego a mi trabajo y de regreso igual.

  6. si solo fuera ir a trabajar…

  7. ms. Tibbetts Says: marzo 10, 2010 at 2:42 am

    Entiendo la forma de expresar la llegada del cénit del petroleo, y como nuestra forma de producción y crecimiento se basa en su uso, aunque quizá la forma de presentarlo se queda un poco coja. La llegada a este punto no significa exactamente que se deje de extraer petróleo, en realidad es que se termina el de mas fácil acceso y comienzan a encarecerse los procesos de extracción además de dar lugar a producciones cada vez menores. En fin, que si, que se va cerrando el grifo, de todas maneras (y teniendo en cuenta lo fatal que me expreso) recomiendo la entrevista a Richard Heinberg (http://www.plataformarefineriano.com/documentos/expertos/Expertos11-RichardHeinberg.pdf)este si que es un experto.

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