Eres de los que aprovechan al máximo las noches del fin de semana y luego no hay quién te saque de la cama? Simplemente, ¿te gusta quedarte entre sábanas dormitando sin sufrir los estragos de tu estridente despertador? No te preocupes, porque no eres el único cuyos hábitos de vida no encajan con los cánones. Si te pasa que, fin de semana si y fin de semana también, te levantas demasiado tarde para desayunar y demasiado pronto para almorzar, te traemos la solución perfecta: un BRUNCH!!! el resultado ha de ser una mezcla equilibrada de dulces y salados, donde abundarán los productos frescos y nutritivos…no lo llames pachorra, ¡llámalo Slow Life!
¿No sabes lo que es un Brunch? No pasa nada, ¡no eres el único! A pesar de ser una solución muy reconocida en el mundo anglosajón, para muchos sigue siendo un completo desconocido… El origen etimológico del término proviene de la contracción de las palabras breakfast y lunch, que da como resultado el brunch, una práctica que permite adaptar los hábitos alimenticios diarios a los horarios más flexibles, sobre todo del sábado y del domingo. Pero si puedes el resto de la semana, no te cortes… ¡envidia que nos darás a todos!
Lo normal es que se tome en la franja horaria que va desde las 11h hasta las 14h y la norma principal y primordial es que… ¡no hay normas! Los platos se pueden combinar, mezclar dulces y salados, ensaladas y tostadas… ¡el menú se adapta a todo tipo de gustos y requerimientos! El único requisito es que, para degustar y disfrutar de un buen brunch, no puedes tener prisa…
Algunos alimentos e ingredientes fundamentales para un buen brunch son:
1. Pan: de todo tipo, para hacer bocadillos y sándwiches, tostadas de aceite de oliva o de mantequilla, mermelada o miel, así como untar patés y quesos.
2. Bebida: fundamentalmente zumos, agua, cafés e infusiones, aunque si quieres mandarte un buen vino o una cervecita fresquita… tú mismo!!! Aquí no hay normas de ningún tipo!
3. Frutas, frescas y secas: La mejor forma de comenzar un brunch es con una súper macedonia de frutas o un buen zumo de frutas. Una recomendación: la papaya y la naranja siempre han sido buenos compañeros de viaje…
4. Embutido y queso: rollitos de jamón de york, jamoncito del bueno, una buena tabla de quesos… más vale que sobre que falte!!!
5. Lácteos: yogures, batidos, leche… lo mezclas con muesli o con cereales y te comes el mundo!!!!
6. Dulces: croissants, brioches, napolitanas, caracolas, palmeras, tortitas, gofres, muffins, galletas, magdalenas… se aceptan todo tipo de sugerencias!!!
7. Ensaladas: Si te la quieres marcar, hazte una ensaladita fresca con trozos de fruta, tipo kivi, plátano, mango o papayo, añade unos frutos secos, unos tomatitos frescos y un buen aliño… y a empezar el día por la puerta grande!!!
8. Cóctel: que conste que para los más ortodoxos, el brunch ha de incluir un cóctel. El más habitual en Estados Unidos por ejemplo es el bloody mary, pero aquí en España a más de uno le tirará el kalimotxo… para gustos colores!!!
9. Aderezos y condimentos: no puede faltar la sal, la pimienta, vinagres, aceites y especias… ni azúcar, sacarina, siropes, miel, mermelada, mantequilla o margarina… Cuantos más condimentos, más profesional será tu brunch!!
En fin, que ahora ya tienes la solución perfecta para tus fines de semana a deshoras!!! Y si no te apetece preparártelo tú solo, también hay sitios donde los sirven, sobre todo los domingos y festivos. En Madrid, algunos restaurantes los ofrecen: Nina (18 €, Manuela Malasaña 10), Oliver (18 €, Almirante 12), Koffee Art (25 €, Conde de Xiquena 3), o Hispano (30 €, Castellana 78). En Barcelona, algunos locales donde los incluyen en la carta son Sandwich and Friends (Pg. del Born 27), Dos Trece (con un original brunch mexicano, Carme 40) y Santecafé (Urgell 171). ¡Que lo disfrutes!
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