Las comparaciones siempre son odiosas… pero en el caso de echar una mirada al uso que se hace de la bici, como medio de transporte, en las dos principales ciudades españolas, lo cierto es que en los últimos años no ha habido color. En Barcelona, los número de desplazamientos en bicicleta en los últimos cuatro años se ha incrementado un 55,91%, lo que consolida a la bici como el modo de transporte que más crece porcentualmente. En Madrid, por el contrario, a pesar del boom producido en la construcción de carriles bici a raíz de la candidatura a los Juegos Olímpicos de 2016, los datos de su uso están muy lejos de los de otras ciudades europeas. De hecho, tan sólo un 0,4% de los desplazamientos en la capital, en hora punta, se realizan en bici, lo cuál implica una cantidad ínfima. Más bien, esos pocos valientes deberían ser considerados como unos héroes, si tenemos en cuenta el caos de tráfico y coches que, en muchos casos, deben sortear. En cualquier caso, no todo está perdido… la creciente movilización ciudadana, unida a otros proyectos en marcha en la Comunidad de Madrid que pueden servir de referencia, puede que poco a poco hagan cambiar la mentalidad de los responsables políticos de la capital, en pro del fomento de medios de transporte más sostenibles.
No hace falta entrar a detallar lo sano, limpio y ecológico que podría resultar que la mayoría de los grandes desplazamientos de las ciudades se realizase en bicicleta… ni tampoco voy a entrar en el hecho de que son muchos años ya los que la alcaldía de Madrid está en manos de la derecha política, mientras que en la ciudad condal está en manos de la izquierda. Seguro que no hay relación… pero parece que hasta que la posibilidad de los Juegos Olímpicos no ha surgido, no se ha movido un dedo en Madrid. Lo cierto es que, en la actualidad, en Barcelona se hacen una media de 90.000 desplazamientos diarios en bicicleta, el 50% de los cuales en Bicing, el sistema de alquiler público implantado por el ayuntamiento. La red de carriles bici de Barcelona está en torno a los 200 kilómetros de longitud y sólo hace falta darse una vuelta por la ciudad, para darse cuenta de la importancia que tiene la bicicleta, siendo el principal medio de transporte para mucha población. Yo mismo me incluyo entre este grupo de ciudadanos.
En Madrid, por el contrario, a pesar de que se han construido 260 kilómetros de carril bici, de los 575 comprometidos hasta 2016 por el Plan Director de Movilidad Ciclista, su uso no es tan común. La medición realizada en 2010 por el Área de Gobierno de Seguridad y Movilidad del Consistorio madrileño señala que cuatro de cada mil personas acuden a trabajar o a estudiar en hora punta (8.30 a 9.30) en bicicleta, lo cual queda muy lejos, no sólo de Barcelona, sino del resto de grandes ciudades europeas. El sentir de los cientos de miles de madrileños amantes de la bicicleta, con respecto a estos datos, se refleja muy bien en el irónico artículo publicado ayer, día de los santos inocentes, en el blog En bici por Madrid. Ojala fuera verdad pero, por desgracia, ni el alcalde de Madrid ni todo su equipo de gobierno han decidido sustituir el coche por la bici como su medio de transporte habitual. Ni tan siquiera han pensado en la más mínima acción de concienciación o sensibilización en este sentido.
La bici no es sólo para el verano
Según se cita en el mismo artículo, y esto si que es cierto como la vida misma, por cada 10.000 bicicletas que salieran a la calle en Madrid, en lugar de otros tantos coches, se ahorrarían 63.000 litros de combustible, 138.750 euros, 12 toneladas de monóxido de carbono y 120 de dióxido de carbono… ¡todo ello diariamente!. Por ello, hay que destacar otros proyectos que se están sucediendo en la propia Comunidad de Madrid, que deberían servir de ejemplo a la capital. Uno de ellos se sitúa en la Mancomunidad MISECAM (Mancomunidad Intermunicipal del Sudeste de Madrid), con 13 municipios que van desde el Valle del Tajo hasta el Valle del Tajuña. El otro, denominado Interbike, agrupa a cinco municipios entre el propio Valle del Tajuña y la denominada Alcarria Madrileña.
Ambos se enmarcan en el Plan de Acción de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética E4 2004-2012 promovido por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía). En Madrid estas ayudas han sido concedidas por el Consorcio Regional de Transportes de Madrid. Y es que toda la zona citada ofrece multitud de posibilidades para la práctica del cicloturismo: los ya mencionados valles del Tajo y Tajuña o las Vías Verdes del Tajuña y del Ferrocarril de los 40 días, por ejemplo. Por ello, estos parques de bicicletas públicas, además de contribuir a la movilidad sostenible de los habitantes de todas estas poblaciones, pueden servir para que todos los que no habitan en la zona puedan acercarse en bici hasta ella.
Para más información de ambos proyectos, con horarios, condiciones, puntos de interés o recomendaciones, entre otras muchas cosas, aquí dejamos tres páginas Web, para que todos aquellos interesados puedan disfrutar de esta zona poco conocida de Madrid, a tan sólo 50 kilómetros de la Puerta del Sol. ¡A ver si Gallardón se anima y da ejemplo de verdad!
- www.misecamenbici.org
- www.interbike.org
- www.rutaspangea.com (sección de noticias)
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