¿Alguna vez habíais oído hablar del turismo rural comunitario? Es probable que en la mayoría de los casos la respuesta sea negativa. Por suerte o por desgracia, según se mire, aún sigue siendo una opción minoritaria y ciertamente desconocida para el gran público. Pero, en contrapartida a los modelos de turismo de tradicional, el turismo rural comunitario (TRC) constituye una oportunidad de desarrollo para las comunidades indígenas, tribales y rurales, sobre todos en los países del sur. El turismo se convierte en una fuente de diversificación económica, además de un valor en alza socialmente solidario, culturalmente enriquecedor y ambientalmente respetuoso. En definitiva, turismo responsable en su máxima expresión… ¿te apetece descubrir más?
En un contexto económico mundial marcado por las políticas económicas capitalistas, el turismo se presenta en muchos países subdesarrollados casi como la única manera de obtener unos determinados ingresos, impensables de otra manera. Ahogados por las políticas proteccionistas de los organismos económicos a nivel mundial, los países más pobres ven las inversiones extranjeras en materia turística casi como la única tabla de salvación para hacer frente a unas deudas externas que crecen cada vez más.
En estas circunstancias, el turismo tradicional se vende como una opción de crecimiento económico fuera de toda discusión: las grandes cadenas hoteleras a nivel mundial se establecen en estos países como un motor generador de empleo, de reducción de la pobreza o de ayuda a la modernización de las infraestructuras locales, dando valor a recursos “devaluados” como la tierra o el agua. Luego la realidad dice que el empleo que se genera, sobre todo en el caso del no cualificado, se caracteriza por los salarios bajos, la temporalidad, las largas jornadas de trabajo y las escasas condiciones de seguridad, producida sobre todo por la ausencia de sindicatos y regulaciones.
Las diferencias sociales no hacen sino incrementarse, la pobreza no se reduce porque, a diferencia de lo que puede parecer, la inversión extranjera sólo busca recuperar dicha inversión y, encima, parte del gasto del turista en destino también se va para fuera, ya que hablamos de productos de importación en la mayoría de los casos. La modernización de las infraestructuras se hace pensando en qué es lo mejor para la actividad turística, obviando las necesidades de la comunidad local y el equilibrio con el resto de actividades productivas. Y al final, el valor que se le da a los recursos naturales y el agua, además de unas gigantescas cuotas de consumo, es a costa de quitárselo a actividades tradicionales como la agricultura o la ganadería.
El Turismo Rural Comunitario surge ante este panorama como una herramienta de los pueblos indígenas para asumir el control de sus propias instituciones y formas de vida. Resulta que determinadas zonas rurales tienen un enorme potencial turístico. Ante la amenaza de compra por parte de grandes capitales extranjeras, se han creado redes de turismo comunitario de ámbito regional o nacional, sobre todo en América latina y promovidas en muchos casos por ONG’s. El turismo, en estos casos, da una oportunidad de desarrollo económico, diversificando sus fuentes de ingresos sin centrarlas sólo en actividades tradicionales, y además ayuda a mantener y fortalecer sus identidades, lenguas y tradiciones culturales, dentro del más absoluto respeto al medioambiente y al paisaje donde se ubican.
Una definición académica del turismo rural comunitario se refiere a «un turismo de pequeño formato, establecido en zonas rurales y en el que la población local, a través de sus estructuras organizativas, ejerce un papel significativo en su control y gestión. Esta definición es muy laxa, pero permite englobar toda la variabilidad de experiencias que se puede dar o estar dando. Y es que no hay un modelo de turismo comunitario aplicable universalmente. El modelo turístico siempre tendrá que adaptarse a las características del contexto y de la población local, por lo que una experiencia sostenible y exitosa en un determinado contexto puede ser tomado como referente, pero nunca como ejemplo a replicar. Igualmente, el turismo comunitario es destacable porque se dirige a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, tiene voluntad de distribución equitativa de los beneficios y establece sinergias con otras políticas de desarrollo: económicas en el ámbito agropecuario, de patrimonio cultural, medioambientales, etc.» (Gascón & Cañada, 1995:108)
No será esta la última vez que hablemos en ECOTUMISMO del Turismo rural comunitario. El problema, según se mire, de este tipo de iniciativas es que existe un gran vacío comunicativo en torno a ellas. Realmente no se terminan de conocer y estamos seguros que podrían interesar a mucha gente concienciada con la posibilidad de practicar otro tipo de turismo mucho más respetuoso y sostenible. Por el momento, os dejamos con la Web de REDTURS, una red de turismo comunitario de América Latina. Redturs pone a disposición de los turistas, tour operadores, instituciones públicas y privadas una amplia información actualizada sobre destinos turísticos comunitarios, instrumentos y enfoques relevantes para su promoción y desarrollo. No dejes pasar la oportunidad y descubre una concepción del turismo diferente, único y especial.
Teatre – uoc08 from jordi g on Vimeo.