Los cultivos transgénicos vienen realizándose en España desde 1998. Actualmente nuestro país es el mayor productor de cultivos transgénicos de la UE con casi 100 mil hectáreas destinadas a estos cultivos. Por otro lado las cifras de la agricultura ecológica en España son significativas. Con cerca de 2 millones de hectáreas cultivadas y más de treinta mil operadores, España se consolida como un país líder en agricultura y ganadería ecológica a nivel mundial. Entre los defensores de los transgénicos se enumeran como principales beneficios de éstos cultivos, su mayor productividad, su menor contenido de fitotóxicos y su menor necesidad de agroquímicos y otros insumos. Organizaciones ecologistas, cívicas y algunas asociaciones de agricultores defienden que los transgénicos son un peligro inasumible con consecuencias en la salud, el medio ambiente y la economía. ¿Qué hay de cierto en estas argumentaciones? A continuación, un detallado análisis punto por punto.
Productividad y rentabilidad
No hay estudios que demuestren que los cultivos transgénicos son más productivos que los convencionales, por lo menos con los cultivos actualmente en uso. No obstante, podemos decir que, efectivamente, los cultivos resistentes a plagas tendrán, en igualdad de condiciones, una mayor productividad al no ser afectados por éstas.
Por otro lado las semillas de transgénicos son notablemente más caras que las convencionales, no olvidemos el dinero que se emplea en su desarrollo.
Menor utilización de agroquímicos
Si analizamos el cultivo de transgénicos podemos determinar que el uso de herbicidas y agroquímicos puede ser menor en ciertas condiciones (siempre en comparación con la agricultura convencional). Solamente se producirá esta ventaja con la utilización de transgénicos resistentes a herbicidas que permiten el uso de menos cantidad de estos productos químicos para combatir las malas hierbas. Por ejemplo variedades resistentes al glifosato.
En otros casos se utilizan variedades con carácter insecticida, que desarrollan una toxina que ataca a determinadas plagas (maíz resistente al taladro), lo cual evita la utilización de plaguicidas. En contra de éstas argumentaciones, se esgrimen algunas consideraciones. Respecto a la toxina generada por la variedad de maíz resistente al taladro, algunos estudios alertan de sus consecuencias por acumulación en el medio e incluso su impacto en la salud humana.
Respecto a los cultivos resistentes a herbicidas, se generan dos problemas: uno de ellos es la dependencia del herbicida en cuestión que normalmente fabrica la misma empresa que produce la variedad y, por otro lado, la posible generación de resistencias al herbicida por utilización sistemática.
Contaminación cruzada
Respecto a éste tema, los agricultores convencionales y ecológicos, cuyos cultivos coexisten con plantaciones de transgénicos cercanas, alegan contaminación de sus cosechas, lo cual provoca menor valor y la retirada de certificaciones (en el caso de producción ecológica).
Existen diversos métodos para contrarrestar estos efectos. Por un lado, los cultivos transgénicos se cultivan asegurando unas distancias de seguridad que, en teoría, eliminan la posibilidad de polinización. Otro método es modificar las épocas de siembra y polinización para no hacerlas coincidir entre cultivos transgénicos, convencionales y ecológicos.
Afección a la salud
No se ha demostrado científicamente afección a la salud por el consumo de transgénicos. Algunos países como EEUU llevan más de 10 años consumiendo estos productos sin que se haya evidenciado ninguna alerta alimentaria al respecto.
Afección al medio ambiente / biodiversidad
En los procesos de validación de transgénicos se analiza el impacto que, desde el punto de vista ambiental, puede tener un transgénico. No es fácil que un OMG se extienda libremente, ya que para que exista “contaminación” se deben dar entre especies iguales o muy similares. Para que nos entendamos, un maíz transgénico no puede polinizar a un trigo convencional.
No obstante si puede haber influencia sobre las variedades silvestres en el radio de acción del cultivo. Por otro lado, la concentración de cultivo de unas pocas especies y variedades actúa contra la diversidad de cultivos.
Soberanía alimentaria y consecuencias socioeconómicas
Este concepto es profusamente utilizado por los detractores de los OMG. En un futuro mundo mayoritariamente cultivado por transgénicos, los agricultores perderán su poder de decisión sobre qué cultivar, quedando esta decisión en manos de unas pocas empresas. Asimismo la profusa utilización de monocultivos transgénicos provocará mayores desigualdades y la posesión de la tierra por grandes productores en perjuicio del pequeño campesino.
Es difícil predecir las consecuencias de un futuro de cultivo mayoritario de transgénicos sobre la socioeconomía de los países. Es curioso observar como países inicialmente reticentes a los OMG como Brasil, se hayan convertido en pocos años en uno de los mayores productores. No conozco estudios que analicen el impacto socieconómico de la utilización de transgénicos, asimismo, estos factores no son tenidos en cuenta a la hora de estudiar el impacto y los riesgos de su autorización.
Algunas conclusiones
Como se puede ver, es un tema con múltiples derivadas pero lo suficientemente serio como para que se planteen dudas. En mi opinión existen dudas acerca de que el futuro de la agricultura esté en los transgénicos. ¿Esto significa que la investigación genética no es necesaria? Si que lo es… En el desafío de alimentar a una población creciente no podemos obviar esta tecnología, pero… ¿son los gobiernos soberanos e independientes para decidir al respecto?
Por otro lado, ¿es la agricultura ecológica la alternativa necesaria? Los consumidores tenemos mucho que decir. Si actualmente en la UE no hay más transgénicos autorizados, se debe básicamente al rechazo de la opinión pública. Ahora bien, ¿estamos correctamente informados? Ahora mismo en España no es obligatorio indicar si un producto cárnico o lácteo ha sido producido con OMG.
Por último, poco o nada se habla de otras «amenazas», quizá mucho más evidentes como son el abandono del mundo rural, la pérdida de población dedicada a la ganadería y agricultura, la desaparición de variedades y razas autóctonas sacrificadas en aras de la uniformidad y la productividad o el acaparamiento de tierras y recursos por parte de empresas e inversores. Quizá estos temas no son tan atractivos para suscitar polémica pero sin duda son tan preocupantes o más que la batalla entre transgénicos y ecológicos.
Pedro García Mendoza dirige el proyecto Es De Raíz, desde donde ofrece productos de alimentación sostenibles, productos de calidad, saludables, producidos en condiciones ambientales respetuosas, por artesanos y pequeñas empresas comprometidas socialmente. Visita www.esderaiz.com/tienda Puedes visitarlos en su tienda física en el Mercado de Santa María de la Cabeza (Paseo Santa maría de la cabeza 41, Madrid).
Ecotumismo te recomienda
El proyecto LASOS: la necesidad de generar espacios de acción colectiva hacia una isla de Tenerife más sostenible y autosuficiente
14 Dic 2016 - Ecología
Reiniciando el planeta desde CONAMA 2016
13 Dic 2016 - Ecología
Al planeta Tierra no hay que darlo por perdido
17 Ago 2016 - Ecología
Artículo muy útil, la agricultura es importante.