Ahora que estamos en pleno verano en el hemisferio Norte y que aquí, en España, estamos en la temporada ideal para el cultivo y recolección de múltiples variedades de tomates, el estudio publicado hace pocas fechas por el Grupo de Investigación en Antioxidantes Naturales de la Universidad de Barcelona (UB) viene como anillo al dedo. A grandes rasgos, se ha venido a demostrar que los tomates ecológicos tienen más antioxidantes que los de cultivo tradicional. Una conclusión obtenida durante el procesado de los ‘ketchups’ y de los zumos donde los polifenoles (unos antioxidantes naturales de origen vegetal) disminuyen. El origen de esta diferencia no estaba tanto en la tecnología utilizada en su procesado industrial como en el origen de los tomates, lo que viene a demostrar una vez más algo que de por sí parece lógico. En el caso de la agricultura ecológica, dado que no se pueden añadir abonos nitrogenados o químicos, las plantas tienen que crear sus propios mecanismos de defensa por sí solas, lo natural, por lo que de este modo aumentan los antioxidantes. Sin estrés ni necesidad de supervivencia, la realidad a la que se enfrentan los cultivos transgénicos, muchas de las propiedades naturales ligadas a los diferentes productos desaparecen.
Estos antioxidantes naturales, los polifenoles, tienen un gran interés nutricional ya que su consumo se ha asociado a la prevención de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y cáncer. La mejor manera de disfrutar ahora del tomate en verano es con un buen gazpacho, por ejemplo, con una variante en la que el tomate se mezcle con la sandía, una de las frutas con mayor cantidad de agua (un 93%) que posee propiedades depurativas y cuyo contenido en fibra ayuda a limpiar los intestinos y favorece la eliminación de residuos tóxicos. Esta es la receta del gazpacho de tomate y sandía, para que el hay que procurar obtener todos los ingredientes necesarios de procedencia ecológica:
Ingredientes:
- 500 gramos de tomate pera ecológico
- 500 gramos de sandía ecológica (una vez quitada la corteza)
- un pimiento verde ecológico
- 2 dientes de ajo ecológico
- aceite de oliva ecológico
- vinagre de vino y sal
Preparación:
Lo primero es quitar la piel de los tomates de pera y la corteza de la sandía ecológica. En el vaso de la batidora hay que depositar los tomates sin la piel cortados en trozos, la sandía sin la corteza cortada también en trozos, los dos dientes de ajo ecológico y el pimiento verde ecológico cortado en dos trozos. A continuación se añade la sal, el vinagre de vino y el aceite de oliva ecológico al gusto. Se bate todo hasta que quede fino y se guarde en la nevera para conseguir la temperatura fría ideal a la hora de consumir. Se puede añadir un trozo de pan para que quede algo más espeso y unas hojas de menta en la presentación.
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