Ya estamos de vuelta a la realidad occidental después de nuestro segundo periplo por Senegal. La experiencia, como en la primera ocasión, ha sido muy fructífera en torno a un proyecto, el de la Reserva Natural Comunitaria de Dindefelo en la región de Kedougou, que creemos que tiene mucho potencial de futuro. Un potencial de atracción de visitantes que, bien encauzado, puede suponer una doble oportunidad para la zona: por un lado de mejora socioeconómica para sus habitantes y, por otro, de conservación medioambiental de un entorno que alberga una importante riqueza en biodiversidad. Resulta curioso que, justo en la semana que regresábamos a España, se haya celebrado el 1er Congreso Internacional sobre Ética y Turismo, organizado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) en Madrid. Por lo que he podido leer o comentar con algunos de los que allí estuvieron presentes, en el marco de los debates planteados se habló de muchas buenas intenciones, pero no llegó a quedar muy claro si se trataba sólo de palabras y no de hechos constatables. Sea como fuere, el simple hecho de celebrar una cita así, de marcado enfoque internacional, supone un avance tremendo. Y sólo por eso, merece la pena incidir en los valores y códigos éticos que se pretenden implantar.
La presencia de determinadas empresas entre los ponentes da una idea de hasta que punto la sostenibilidad y/o responsabilidad está comenzando a ser una prioridad en las hojas de ruta del sector turístico por todo el mundo. En realidad, la sostenibilidad no tiene porqué estar reñida con la rentabilidad empresarial, aunque siempre es mejor que el interés con el que se mueven las empresas no sea únicamente el de obtener un rédito económico a través de una política verde o responsable. Las cosas suelen caer por su propio peso y, de momento, son numerosas las compañías que han firmado el código ético propuesto a raíz del congreso. Habrá que ver si el Grupo Globalia, Iberostar, Iberia, NH-Hesperia, Orizonia, National ATESA, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), la Agrupación de Cadenas Hoteleras de Baleares (ACH), Meliá Hotels International o Barceló piensan cumplir con lo acordado o sólo querían quedar bien en la foto, que también puede ser.
En cualquier caso, entrando en los valores y principios que se enmarcan dentro de este código ético, conviene destacar que existen en el mundo cientos de miles de pequeñas (y no tan pequeñas) iniciativas que, ya no es que cumplan este código a rajatabla, sino que lo tienen tan interiorizado que ni son conscientes de que lo están siguiendo. Mientras toda esta gente se sacaba la foto en Madrid, otras muchas trabajaban en muchos otros lugares sin focos ni atención mediática. Personas e iniciativas que consideran que el turismo debe contribuir al buen entendimiento y al respeto mutuo de los hombres y sociedades y que puede ser un instrumento de crecimiento personal y colectivo, tanto para el que recibe como para el que visita. Pequeñas comunidades ilusionadas porque, efectivamente, el turismo se convierta en un factor de desarrollo sostenible que les permita mejorar sus vidas y diversificar actividades tradicionales que por sí solas no les dan para vivir dignamente.
En definitiva, iniciativas y proyectos en los que merece la pena reparar y confiar, como el de la región de Kedougou en Senegal. Una zona inexplorada hasta el momento por las grandes multinacionales turísticas, con una zona protegida de más de 13.000 hectáreas gracias al impulso de la Comunidad Rural de Dindefelo y en donde todo el negocio turístico está en manos locales. Allí, todos los agentes turísticos firmaron un código ético de sostenibilidad y responsabilidad hace ya casi un año, por propia iniciativa. Lo cierto es que lo están cumpliendo, sin más intención de que el turismo se convierta en una actividad económica provechosa para ellos y para la comunidad, que valorice su cultura y tradiciones y que permita un diálogo y una conexión entre el visitante y el habitante local. Aquí si que estoy en condiciones de afirmar que son hechos y no sólo palabras. Sólo el tiempo podrá decir o no lo mismo sobre lo de Madrid…