Sin duda existen lugares que cautivan el alma del viajero más exigente. Esta singular sensación de bienestar y sosiego, de paz primaria ajena al ajetreo rutinario del día a día… puede experimentarse en esta pequeña joya de la hostelería canaria, situada en un paraje fuera de serie en la isla de La Gomera. Ajeno a los estándares de calidad basados en el campo de golf, el spa o los cinco restaurantes de cada continente… El Hotel El Cabrito propone un turismo diferente, responsable con el medio, sin minibar, televisión y otros «lujos innecesarios», donde priman la buena gastronomía, basada en productos locales y cultivados de forma ecológica, así como la tranquilidad y el contacto con la naturaleza.
Enclavado en el barranco del mismo nombre, al sur de San Sebastián de la Gomera, la finca comienza su historia como empresa agrícola destinada a la exportación de tomates. Pasa por manos de una comuna hasta que la adquieren varios socios belgas y desarrollan la idea de un hotel con un claro enfoque ecológico. Al hotel sólo se accede por mar, a pocos minutos de la capital gomera, con lo que los niños pueden jugar tranquilamente por la finca sin peligro.
Consta de una antigua empaquetadora de plátanos que hace las veces de restaurante en la playa y centro de encuentro entre los clientes. Además existen diferentes construcciones, casitas, bungalows… completamente mimetizados y distribuidos por la propiedad. Las huertas producen muchas de las verduras y frutas de consumo diario, todo basado en los principios de la agricultura ecológica. Además ofrece actividades de senderismo, buceo o visitas botánicas.
En Canarias, desgraciadamente, y al igual que en otras muchas provincias del litoral español, hemos sufrido el amargo sueño del desarrollo turístico basado en la especulación y la degradación del paisaje sin escrúpulos de ninguna clase. Por esa razón, infraestructuras hoteleras como El Cabrito, deberían ser un ejemplo a tener en cuenta a la hora de contribuir como consumidores con el desarrollo del lugar que visitamos. Ser un turista responsable con el mundo en el que vivimos es responsabilidad de todos.
que lindo lugar!!! ojala algun dia pueda conocerlo!!!
saludos
alina