Ecología / Turismo
Que la crisis económica suele dar cabida a mensajes populistas que calan hondo en una parte de la sociedad, acuciada y agobiada por la falta de trabajo, es algo que ya se sabía. Que de una manera tan flagrante se esté dando cancha a proyectos que suponen un retroceso a esa época del ladrillo fácil y de la especulación urbanística que, precisamente, es la que nos ha llevado a donde estamos, es un error garrafal que va camino de convertirse en una dolencia crónica. Si a muchos ya nos costaba dormir con el desconcertante mano a mano entre Catalunya y Madrid por albergar el complejo EuroVegas, dando carta blanca por parte de la administración a todo de tipo de conciertos fiscales especiales, flagrantes condiciones laborales y saltándose a la torera leyes establecidas, ahora ya resulta frustrante ver como otros tratan de entrar en la puja. Marina d’Or en Alicante o un grupo de empresarios de Almería que han ofrecido el desierto de Tabernas quieren entrar en liza, en lo que ya parece una partida de póker (nunca mejor dicho) con faroles a ver quién da más. A esta puja, hay que añadir el beneplácito con el que el gobierno central, con el apoyo de gobiernos autonómicos y locales del signo que sean, está dando carta blanca a proyectos hoteleros que suponen un asalto a mano armada a la supuesta Ley de Costas vigente y que conllevarán más prejuicios que beneficios a medio plazo. Es Trenc en Mallorca y Valdevaqueros en Tarifa (Cádiz), los últimos casos.
El primer y mayor error es supeditar el crecimiento y la reactivación económica a la construcción de nuevas y majestuosas urbanizaciones o complejos hoteleros en la costa. El hotel proyectado en Es Trenc en Mallorca conllevará 1.200 plazas, un campo de golf e instalaciones polideportivas, mientras que el de Valdevaqueros rivalizará con 350 viviendas y una zona turística con unas 1.423 plazas hoteleras. Por mucho que se defienda que no están en zonas protegidas sino adyacentes y tampoco en primera línea de playa, la realidad es que distorsionarán lo que hasta ahora son dos de los pocos reductos de costa virgen que nos queda en España. Un recurso, por otra parte, cada vez más preciado y estimado por un tipo de turismo que busca destinos poco masificados y lo más intactos posible, ejemplos en los que cantidad no es sinónimo de calidad, en donde las infraestructuras están integrados y mimetizadas en el entorno.
Lo segundo y no menos importante es que este tipo de proyectos suelen conllevar oscuros intereses y una especulación en torno a un bien escaso y muy preciado como es el suelo. Resulta sintomático que la misma constructora que quiso levantar una urbanización similar en el reducto virgen de El Palmar hace un par de años sea la misma que está detrás del proyecto de Valdevaqueros. Aquel proyecto, por cierto, se paró en parte gracias a la movilización ciudadana y en parte debido a que uno de sus principales acreedores se quedó sin liquidez para encarar el proyecto. ¿A alguien le suena una entidad llamada Bankia? El suelo que iba a albergar el proyecto hotelero de El Palmar es parte de esos activos tóxicos que ahora tenemos que ‘salvar’ todos los españoles.
Por si acaso ocurra lo mismo, para Valdevaqueros el Grupo Tarje se ha guardado las espaldas con inversión extranjera. Este es el tercer y mayor problema, en el que EuroVegas será un ejemplo de manual. Tal y como ocurre frecuentemente en países del Sur con la inversión de las principales multinacionales turísticas españolas y sus planes de internacionalización, la mayor parte de los beneficios que se generan vuelven a los países de origen de la inversión. El supuesto crecimiento económico y la reactivación de una economía dormida se reducirá a los puestos de trabajo ligados a la gestión. El resto de trabajo ligado a la construcción suele ser temporal, por lo que una vez terminada la obra volverá a necesitar de otra obra más, la pescadilla que se muerde la cola.
Si atendemos al modelo de turismo aparejado a este tipo de resorts o complejos, normalmente de ‘todo incluido’ en los que el turista llega con todo servido, la generación de riqueza indirecta a través de oferta complementaria será más bien escasa. Lo más frustrante de todo es palpar como siguen habiendo sectores económicos, políticos y de la sociedad civil que apuestan por este modelo, como si no tuviésemos suficientes ejemplos en España como para echarse a temblar. ¿Esta es la apuesta para salir de la crisis? Lo que parecía que iba a ser una refundación del modelo económico y productivo imperante hasta la fecha, va camino de convertirse en una farsa para acongojarnos y meternos gato por liebre. Mientras, políticos de toda clase y empresarios sin escrúpulos siguen frotándose las manos.
Javier Tejera
Formado en comunicación y turismo, fue en el sector turístico donde precisamente comenzó a apreciar la necesidad de un giro a la hora de viajar y practicar turismo. Considera que un viaje responsable no sólo se reduce a una adecuada práctica medioambiental, sino que debe resumir todas las habilidades que se suponen implícitas a las buenas relaciones personales, aunque no siempre es así. Tal vez resulte paradójico pensar que todo viaje debe convertirse en un intercambio social y cultural, pero... ¿por qué no intentarlo? Con experiencia profesional contrastada en medios de comunicación y en entidades públicas y privadas dentro del sector turístico, es uno de los fundadores de Ecotumismo y lleva la gestión editorial y coordinación de proyectos desde su puesta en marcha en 2009. En esta última etapa de su vida profesional ha adquirido experiencia nacional e internacional en el marco de proyectos vinculados al turismo responsable trabajando como consultor freelance a través de Ecotouristing. Además ha adquirido un notable conocimiento de la realidad actual del sector del turismo rural en España, gracias a su trabajo como responsable de comunicación y coordinación de proyectos con la Fundación Ecoagroturismo. A principios de 2013 se ha incorporado al equipo del portal de turismo temático Turinea para dar soporte en tareas de comunicación y marketing, además de desarrollar el proyecto Rutas turísticas y Paisajes Sonoros. Una innovadora iniciativa para poner en valor una red de rutas turísticas basadas en experiencias sensoriales etnográfico-culturales y ambientales, con la premisa de fomentar un tipo de turismo responsable y sostenible. Se enfatizará el carácter innovador del proyecto a través de herramientas sonoras al servicio de las nuevas tecnologías, que servirán como elemento clave de conservación cultural, como instrumento de promoción y como hilo conductor de las diferentes propuestas.
