La práctica totalidad de nuestro sistema productivo depende de combustibles fósiles como el petróleo o el gas. Recursos que son finitos y que poco a poco se van agotando irremediablemente, por lo que hay que buscar modelos alternativos de vida. En ese sentido, la permacultura es una filosofía que va más allá de la agricultura ecológica y que aboga por la armonía de todo lo que nos rodea. Un sistema ético en donde influye sobremanera la cooperación frente a la competición, la convivencia y las relaciones de la gente entre sí y con su entorno más cercano. Además, el concepto de agricultura regenerativa es muy importante dentro de la permacultura, aunando la producción de alimentos con la regeneración de la fertilidad del suelo, la lucha contra el cambio climático, la gestión eficiente del agua, la soberanía alimentaria, la protección de la biodiversidad y, en definitiva, la regeneración de las comunidades rurales.
En el programa El Escarabajo Verde recientemente se ha dedicado un programa al Instituto de Permacultura Monsant, toda una referencia en la materia en donde se organizan cursos monográficos con una visión eminentemente práctica. El vídeo es muy ilustrativo y recoge principios básicos de la permacultura relacionados con la agricultura, la forma de cultivar, el aprovechamiento de la energía, la bioconstrucción o el tratamiento de las aguas y residuos. Para la permacultura, todo tiene una conexión, todo está interconectado a nuestro alrededor y, por tanto, debemos saber integrarnos y aprovechar esa dinámica energética. Me han parecido muy inspiradoras y concluyentes algunas frases con las que se motiva a diario a los alumnos que conviven en el Instituto de Permacultura de Montsant. Sirven además como ejemplos perfectos con los que acercarnos a esta forma, no sólo de trabajo, sino sobre todo de vida.
- Trabaja donde es más efectivo
- Todo afecta a todo
- Empieza en la puerta de tu casa y trabaja de ahí para fuera
- La suma de rendimientos sólo está limitada por tu imaginación
- Co-operación, no competición