Todavía hoy en día escuchamos conceptos como turismo responsable, turismo sostenible o turismo justo y son muchos los que no saben ni definir cada cosa. ¿Qué implica llevar a cabo un turismo responsable?, ¿es justo y equitativo el turismo que practicas con respecto al destino que visitas?, ¿resulta sostenible la carga de visitantes que, como tú, llega al último lugar al que viajaste?, ¿cuánto tiempo más aguantará ese destino en esas condiciones?
Muchas preguntas así siguen sin respuesta aún hoy en día, aunque si que es cierto que se comienzan a apreciar ciertos signos de cambio dentro de la industria turística. En cualquier caso, esto no es nada nuevo. El turismo tal y como lo conocemos, es un sector muy cambiante, que depende mucho de condicionantes externos en forma de crisis económicas, nuevas coyunturas del mercado tipo compañías aéreas low cost o tendencias del viajero, por sólo poner unos ejemplos.
Dentro de este mundo, saber adaptarse a estos cambios implica ser más competitivos y, en consecuencia, ganar irremediablemente cuota de mercado frente a tus competidores. Aún así, y a pesar de la crisis económica en la que estamos inmersos, ahora mismo la industria turística se enfrenta a un cambio mucho más profundo, que sin duda tocará de lleno los cimientos sobre los que se ha apoyado el crecimiento del sector en los últimos 50 años.
En España, son muchos los signos que así lo atestiguan. Vivimos en un momento de auténtico estancamiento. El número de pernoctaciones cae debido a la reducción de la duración de los viajes: la gente viaja menos y busca destinos más cercanos. El gasto medio por turista ha bajado hasta mínimos, por causa probable de la crisis económica y de que la gente se apriete más el cinturón. Pero también debido sin duda a que, la competitividad tradicional a la que estamos acostumbrados, vive al límite de sus posibilidades: en muchos casos, servicios de calidad media y alta se están vendiendo a precios muy bajos, lo cuál está afectando a la línea de flotación de nuestra cadena de valor. Mal síntoma sin duda.
Pero a las transformaciones de la cultura turística, junto al nuevo concepto general de ocio vacacional y de la cadena de valor ya mencionados, hay que añadir otro mucho más actual y preocupante sin duda: estamos asistiendo a un implacable desbordamiento de la carga ambiental, sobre todo en el Mediterráneo y en las islas. El modelo turístico de crecimiento desmedido que se inició en nuestro país en los años 60, no se puede seguir concibiendo hoy en día. Resulta evidente que el sistema turístico español NO puede eludir semejante obviedad: los territorios tienen una carga limitada por lo que, ahora más que nunca, el turismo ha de ser capaz de amoldarse a esta nueva situación.
Con todo ello, los destinos más maduros comienzan a plantearse conceptos como renovación de la oferta turística, la ecoeficiencia, la desestacionalización de la llegada de visitantes para reducir el impacto en los meses de verano, la sostenibilidad ambiental, el cuidado del medioambiente o el desarrollo de productos turísticos culturales y en contacto con la naturaleza. Aún así, hoy en día hablar de turismo responsable o sostenible es más un planteamiento teórico que real. Los destinos lo ven todavía como una manera de dar “valor añadido” a sus negocios, algo que puede repercutir en más beneficios, y no como una NECESIDAD IMPERIOSA y URGENTE.
En ECOTUMISMO, estamos convencidos de que es necesario un replanteamiento urgente de pensamiento. Por eso, queremos poner nuestro pequeño granito de arena promoviendo iniciativas que vayan en la línea de este cambio, porque os podemos asegurar que las hay. No todo es crecimiento desmedido, no todo es beneficio económico, no todo es impacto destructivo. Existen agencias de viaje y touroperadores que promueven un turismo más justo, más ecológico. Hay asociaciones y fundaciones que se encargan de educar a la gente para que se convierta en un ecoturista que no deja huella allá donde vaya. Existen destinos que prefieren menos turistas, pero de mas calidad, turistas que se integren en sus costumbres, que viajen por el placer de viajar y de conocer nuevas culturas.
Comenzamos un serial de entradas con las que pretendemos aportar nuevas visiones y dar a conocer iniciativas con las que nos sentimos plenamente identificados. Porque el turismo, tal y como lo hemos conocido hasta nuestros días, es PAN PARA HOY Y MUCHA HAMBRE PARA MAÑANA. Porque la GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO está a punto de agotarse, exigimos un TURISMO RESPONSABLE YA.